Los creadores de contenidos, Mesías de las redes sociales
Sus redes sociales son una herramienta idónea para el marketing digital
¿Quién no sigue a esa persona que, por el contenido que publica en su cuenta de Facebook o Instagram, considera interesante? ¿Cuántas veces te has sentido identificad@ con el juicio de valor que ha realizado sobre un tema concreto ese individuo?
Estas personas, que se caracterizan por tener un número considerable de seguidores en sus redes sociales, son conocidas en el mundillo digital como Influencers.
Pero, dicho esto, ¿qué es realmente un influencer? Tres palabras: ‘líder de opinión’. En nuestra opinión, no hay mejor forma de expresar qué es ese fenómeno social que, además, reúne todas estas características:
Alguien que, sin hablar por ti, piensa como tú. Con más personalidad que físico; los influencers pueden hacer que veas las cosas desde otro punto de vista. Sin guiones preestablecidos, llevan la naturalidad por bandera. Acérrimos del “si no tienes nada bueno que decir, mejor no digas nada”. Siempre saben de lo que hablan.
- Influyen en ti: sus gustos, condicionan los tuyos.
- Socialmente activos; transmiten sin quererlo.
- Personas que, siendo desconocidas, sientes cercanas.
- Los seguidores son importantes, y lo saben, pero no publican cualquier cosa. Piensan, luego existen. Y, por ello, los influencers anteponen calidad a cantidad.
- Tienen un estilo personalizado: el “cómo” siempre se impone al “qué” en sus publicaciones.
- “Pseudo-periodistas“: filtran la información que quieren que conozcas. Eliminan todo el ruido de la red y marcan tu actualidad informativa.
- Diamantes en bruto del marketing digital. Los influencers son capaces de crear una gran repercusión en un breve espacio de tiempo; algo prácticamente inalcanzable por otros canales. Ponen imagen y voz a las marcas. Sus hashtags, al igual que los católicos practicantes los domingos, van a misa.
Los influencers son personas a las que puedes amar u odiar, pero que, mediante una simple cuenta en una red social, consiguen apelar a tus emociones y condicionar tus sentimientos.